EQUINOCCIO

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¿Os habeis dado cuenta de que los días se alargan?
¿Habeis visto la nieve derritiéndose lenta y sin prisa?

Está cerca mi amante en sigilo
que viene deprisa
a cogerme las manos, el alma, los lirios,
y mis noches sin sueño en su olvido perdida.

El alba ha caído entre la suave sonrisa del huerto,
la brisa impaciente corriendo atraviesa la calle y en silbos suspira
los niños alborotados esparcen con risas sus juegos
como arrebolados cielos
rebrotan de soles en sus mejillas
que vocean y claman el retorno exhuberante de la vida.

Que viene mi amante a lavarme la impureza de la herida
te espero sin pausa
entre tus rosadas bignonias dormidas
No tardes, regresa
que mis flores se enciendan de luz
en el ténue creciente de silvestres aromas
mientras el frío te hiere
furioso de rabia y colores verbenas
porque estás circulando
como savia sangrante por mis venas


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