11 septiembre 2009

Nos alcanzan por la espalda

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Pernoctando en las tibias axilas de las calles
en interminables brazos de avenidas,
en contenedores doctorados en basuras,
en aceras de imposibles grises,

duermevelas de solitarios fríos
te han perseguido en tus noches sin pijama
en umbrales que, avergonzados de verte,
atrancaron sus indignadas puertas.

Hombres sin nombre propio
en desfiles, de suciedad y desdicha, tristes
porque no hay días del orgullo pobre
en carrozas de arapientos diseños,

porque esas carrozas ataviadas de mugre
carrozas ordinarias de hipermercado,
nos obligan a malsoñar despiertos
cuando nos alcanzan por la espalda.