10 octubre 2009

A donde el cielo te llame

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ADONDE EL CIELO TE LLAME

A Miguel Hernández Gilabert


Ya no pareces nada.

Se ha esfumado tu corazón de plumas
en el registro sofocado de mis versos.
Y tú, que comías del más alto y bello árbol,
desde tu mano a tu conciencia,
eres hoy el alimento de mis raíces cotidianas.

Todo silencioso en estas anchas ausencias de ti
mientras tú te vas acrecentando en la nada de mi nada,
en la penumbra de mi todo,
en la esquina aquella de mi mirada
que te perseguía tan de cerca.

Pero la espada de fuego ha partido tu vuelo en dos
sin darte tregua ni defensa en tu batalla;
me has manchado de penas el corazón y la calma
para que sea , yo, el cementerio de estrellas
donde tus ojos brillan, donde tu terciopelo rebrota,
donde se regeneran tus alas.

Regresando de nuevo a sembrar tu huerto, cualquier día,
volverás cantando más alegre a tu higuera, en la mañana;
retornarás al cielo de mi alma solitaria, amante y triste,
al cielo mío que ,alto y claro, siempre, siempre te llama :

- ¡Miguel… Miguel… Miguel!…

Que el andamio de mis flores está triste y se marchita ;
que las guitarras sin las cintas de tu amor ya no braman;
que el labrador de más aire, de tan puro, murió de pura pena;
que el limonero amarga de tan amargos azahares y limones.

Que los astros, amapolas, cinchas, albahacas,
torres de bravura ,y hasta tus penas circundantes,
se marcharon de vendimia con las cabras y las lunas
reagrupando , tu sangre, con tu llanto y las escarchas.

Que los aires del pueblo, cantarines, hoy arrastran
a un perito en lunas, a un poeta y a un cabrero ;
que las voces del pueblo tu nombre han pronunciado :

Que regreses a casa , que te están esperando a cientos;
que te vengas a soplar tus cien velitas de cumpleaños
compañerito del alma,compañero.




  Rosa F. Iglesias