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En los aledaños quiméricos, las presencias íntimas
de los patriarcas de antaño,
susurran inconscientes sus verdades obsoletas
en las desventradas generaciones
primerizas y canallas.
.Que alguien recoja ese llanto
que alguien levante esa cama
que el muerto se ha marchado
para siempre
con la indecencia de los hombres
ametrallada eternamente en su mirada.
¿Quién eres tú maldito pasadizo
que impaciente me invitas
hacia la entrada de la nada?.
¿Quién eres tú que de soslayo
me requiebras como si quisieras
arrancarme de cuajo la sangre
que en estas venas tristes se me cuaja?
El silencio invertebrado
Las plañideras calladas
El mudo latir del infierno
donde todas las leches maternas
donde todas las madres primíparas
acaudalan en sus vientres
tesoros de sangre y de leche que se agrian
están rezumando amapolas silvestres
a borbotones por los retoños,
por las heridas, por las espaldas,
por las irresponsables caricias
que sobre su amante y amorosa muerte
a paso lento se derraman
Han pasado los hombres
Han zurcido las guadañas
Como manojos de nervios
se oyen silbar en la noche
las bocinas viudas
que amamantan
modistas que a dentelladas de rabia
y bainicas cosen
mortajas de algodones blancas
almohadones de sueños y de plumas
blancos
cadáveres lívidos abrochados
por la muerte
con la incestuosa cremallera
que cosieron a mordiscos
para cerrarla con sus dientes a bocados.
Estos son los grandes olvidados,
los auténticos,
los desheredados,
los mártires de los corazones incivilizados
que sepultaron a sus muertos
como rosas en el pecho
de los hombres ...descorazonados.
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