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De la almohada dulce en que me sabías
dormido en un profundo sopor
has recibido noticias mías.
De mis sueños te habrá hablado,
si no en prosa en poesía
y algo de mí te ha contado.
Porque mira, desayunando estoy aquí,
y aún sin haberte ni hablado
una miradita rara veo en ti.
-¡Qué pesadilla he tenido esta noche!
-¿Pesadilla...? ....¡¡ Pero hombre...
si se te ha escapado hasta el nombre...¡¡