.
Remedada en mil silencios
y en fraguas de fuegos extintos
he sucumbido al chantaje del miedo.
He tropezado torpe y sola
con las mil y una noches tuyas
con las mil y una piedras mías
que adherimos a mis pies
Pero el tiempo enmascarado
que levita entre mis canas
me ha deportado pletórica
a las mil y dos noches
de un novedoso Bagdad.
10 septiembre 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.